lunes, 23 de marzo de 2009

EL ACCESO AL AGUA POTABLE ES UN DEREHO HUMANO

SU DEFENSA LE CORRESPONDE A TODOS Y CADA UNO DE LOS LINQUEÑOS

En julio de 2.005, a instancias de la convocatoria surgida en la Comisión de Asociados del Banco Credicoop C. L., nos nucleamos un grupo de personas preocupadas por la no potabilidad del agua de red y dispuestas a llevar adelante acciones de reclamo en pos de revertir tal situación. De esta manera, esos vecinos que nos autoconvocamos con un objetivo común, comenzamos a desarrollar diferentes gestiones conjuntas ante todos los niveles correspondientes. Desde nuestro lugar de simples ciudadanos ayudamos a conseguir algunos avances muy positivos para nuestra comunidad. Entre ellos podemos citar: la facilitación del acceso a la información pública; la toma de conciencia sobre los perjuicios para la salud y el consecuente incremento exponencial del consumo de agua potable envasada; el incremento de la asistencia de público a las sesiones de nuestro Concejo Deliberante; la difusión regional y nacional de la problemática; el control ciudadano sobre los fondos, las obras y los funcionarios públicos; la recepción por parte de un ministro de Estado de vecinos comunes; el excelente nivel de participación, tanto de oradores como de público, en la audiencia pública sobre la cuestión; la instalación permanente del tema en la agenda pública local; el dictado de una sentencia ejemplar por parte de nuestro Sr. Juez de Paz condenando a la concesionaria; el tratamiento del tema dentro de la esfera de los establecimientos de educación formal; la inclusión de nuestra ciudad en un ámbito de participación supra municipal como lo son las asambleas regionales en conjunto con distritos vecinos; y por sobre todo lo expuesto la reivindicación del rol del ciudadano como sujeto político y principal artífice de su propio destino. Es sabido que el agua potable y el tratamiento de los líquidos cloacales reclamados, no se logra en el corto plazo. Es por ello que la renovación de autoconvocados es permanente, alejándose algunos y sumándose otros. El paso del tiempo sin lograr las demandas, sumado a la perseverancia y la coherencia de este grupo de personas, hizo que aún sin proponérnoslo, nos convirtamos en una organización en sí misma, en una entidad con mayor trascendencia que la suma de las partes que la componen. Así, Vecinos Autoconvocados de Lincoln se transformó en un nombre propio que se escribe con mayúsculas. Esta mutación en ningún momento fue planificada ni incentivada por nosotros. Siendo que nos lo propusieron y lo debatimos en más de una oportunidad, siempre descartamos la posibilidad de constituirnos en un ente con personería. Rechazamos formar una asociación de defensa del consumidor, una asociación civil o cualquier otro tipo de forma jurídica. Nuestro objetivo es único y claro, y se agota con su logro. En el transcurso de estos tres años y ocho meses de movilización ciudadana, fuimos atravesados por muchos factores, que intencionadamente o no, contribuyeron a crear esto que conocemos como Vecinos Autoconvocados. Los funcionarios públicos involucrados, los dirigentes políticos, los medios de comunicación, la sociedad en general, y sin dudas, nosotros mismos alentamos de alguna manera la existencia -ficticia- de esta organización receptora de demandas y vehículo del reclamo social. Incluso pareciera que a algunos les resulta conveniente hacer creer que el reclamo por el agua esta monopolizado por Vecinos Autoconvocados. Esta apreciación absolutamente alejada de la realidad provoca justamente un efecto contario al pretendido por nosotros, ya que los vecinos, únicos actores capaces de defender sus propios derechos, en cierta manera y en diferentes grados depositan su confianza en nosotros, trasfiriéndonos tácitamente la acción de reclamo. Nosotros jamás actuamos en representación de otros, ni lo pretendemos hacer. No tenemos más legitimidad que para actuar en nombre propio. No nos corresponde hacernos cargo de lo que no hace el Estado, ni de lo que no reclama la población. En vista de todo lo expuesto, y tras la suficiente meditación, es que resolvimos cual será nuestra próxima acción en pos de aproximarnos más al tan ansiado objetivo de lograr contar con agua apta para el consumo humano y el tratamiento de los líquidos cloacales. Se trata de eliminar este obstáculo que se creó involuntariamente y que parece haber interferido entre el pueblo demandante y los responsables de satisfacer esa demanda. Eso que nadie creó, hoy se disuelve. Eso que nunca existió, hoy desaparece. Eso que se llamó Vecinos Autoconvocados, fue sólo eso; vecinos que nos autoconvocamos para encauzar juntos nuestro reclamo individual. Es por eso que hoy tenemos el deber de ponerle un punto final a esta confusión. En un Estado democrático, representativo, republicano y federal cada uno de nosotros tiene un rol fundamental que cumplir. Aún cuando resulte una obviedad, vale decir, que reafirmamos que tanto la defensa de los Derechos Humanos, como el ejercicio de la ciudadanía son indelegables. En lo que a nosotros respecta, continuaremos defendiendo nuestros derechos con la misma fuerza y dedicación hasta la próxima oportunidad en que la realidad y la vocación ciudadana nos autoconvoque. Linqueños: como los sostuvimos siempre, contar con agua potable depende de nosotros.

Lincoln, 22 de marzo de 2.009.

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