Scioli llamaría a audiencia pública para tratar el aumento del agua. La Provincia ya tiene definida una suba para la boleta de agua corriente y cloacas. La intención es comenzar a aplicarla antes de fin de año. Tras la frustrada reforma impositiva y la resistencia al incremento del servicio de electricidad, el gobernador buscará allanar el camino con una audiencia.
En un claro intento por esquivar otra fuerte ofensiva de las asociaciones de consumidores como la que recientemente generó la suba en la tarifa eléctrica, el gobierno bonaerense analiza materializar el incremento en el servicio de agua corriente y cloacas a través del llamado a una audiencia pública. Fuentes calificadas de la Gobernación adelantaron a Hoy que ya culminó el proceso de recategorización de los usuarios de ABSA, y que las autoridades ya terminaron el nuevo cuadro tarifario. ¿Por qué no se concreta el aumento entonces? Porque Daniel Scioli no quiere pagar nuevos costos políticos y buscaría la audiencia pública para lograr consenso en torno a la medida. La alternativa que analizó hasta hace pocos días el Ejecutivo fue sacar la suba por decreto, pero el impacto de los aumentos de peajes y también el fracaso de la reforma previsional volvieron al mandatario mucho más cauto. Sólo hay un elemento que demora todo el proceso de convocatoria y debate con los usuarios: la Provincia busca garantizarse que sea exitoso, y por ahora no hay señales en ese sentido. Para ello, la estrategia apunta a un clásico: anunciar un plan de obras a ejecutarse con lo que se recaude por la modificación del costo del servicio. Es el mismo procedimiento que ya se realizó con el incremento de los peajes de las autovías 2 y 11; pese a ello, la medida generó un fuerte rechazo. La modificación tarifaria que ya culminó implicará mayor costo del servicio para un segmento de la población, al tiempo que se mantendrán sin cambios los montos de las facturas de los restantes sectores. La aparente intención fue evitar que toda la población continúe pagando valores similares y establecer tarifas diferenciales de acuerdo a las categorías que se fijarán. La recategorización se llevará adelante a partir de la ubicación y la superficie de cada inmueble y no de acuerdo al nivel de consumo, porque en nuestra región se registra un preocupante derroche de agua, si se colocaran medidores y se cobrara el servicio en base al consumo, las tarifas aumentarían, en promedio, más de diez veces respecto del nivel actual. El plan de obras que se anunciará junto con la modificación tarifaria rondaría los $ 150 millones sólo para esta región. ABSA abarca 80 localidades pertenecientes a 62 partidos de la provincia de Buenos Aires, en un territorio de 150 mil kilómetros cuadrados. La empresa estatal tiene a su cargo las tareas de captación, potabilización, transporte y distribución de agua potable, y también la colección, tratamiento y disposición final de las aguas residuales. Para desarrollar esta actividad, emplea 1.670 trabajadores entre profesionales, técnicos y operarios.
En un claro intento por esquivar otra fuerte ofensiva de las asociaciones de consumidores como la que recientemente generó la suba en la tarifa eléctrica, el gobierno bonaerense analiza materializar el incremento en el servicio de agua corriente y cloacas a través del llamado a una audiencia pública. Fuentes calificadas de la Gobernación adelantaron a Hoy que ya culminó el proceso de recategorización de los usuarios de ABSA, y que las autoridades ya terminaron el nuevo cuadro tarifario. ¿Por qué no se concreta el aumento entonces? Porque Daniel Scioli no quiere pagar nuevos costos políticos y buscaría la audiencia pública para lograr consenso en torno a la medida. La alternativa que analizó hasta hace pocos días el Ejecutivo fue sacar la suba por decreto, pero el impacto de los aumentos de peajes y también el fracaso de la reforma previsional volvieron al mandatario mucho más cauto. Sólo hay un elemento que demora todo el proceso de convocatoria y debate con los usuarios: la Provincia busca garantizarse que sea exitoso, y por ahora no hay señales en ese sentido. Para ello, la estrategia apunta a un clásico: anunciar un plan de obras a ejecutarse con lo que se recaude por la modificación del costo del servicio. Es el mismo procedimiento que ya se realizó con el incremento de los peajes de las autovías 2 y 11; pese a ello, la medida generó un fuerte rechazo. La modificación tarifaria que ya culminó implicará mayor costo del servicio para un segmento de la población, al tiempo que se mantendrán sin cambios los montos de las facturas de los restantes sectores. La aparente intención fue evitar que toda la población continúe pagando valores similares y establecer tarifas diferenciales de acuerdo a las categorías que se fijarán. La recategorización se llevará adelante a partir de la ubicación y la superficie de cada inmueble y no de acuerdo al nivel de consumo, porque en nuestra región se registra un preocupante derroche de agua, si se colocaran medidores y se cobrara el servicio en base al consumo, las tarifas aumentarían, en promedio, más de diez veces respecto del nivel actual. El plan de obras que se anunciará junto con la modificación tarifaria rondaría los $ 150 millones sólo para esta región. ABSA abarca 80 localidades pertenecientes a 62 partidos de la provincia de Buenos Aires, en un territorio de 150 mil kilómetros cuadrados. La empresa estatal tiene a su cargo las tareas de captación, potabilización, transporte y distribución de agua potable, y también la colección, tratamiento y disposición final de las aguas residuales. Para desarrollar esta actividad, emplea 1.670 trabajadores entre profesionales, técnicos y operarios.